sábado, 11 de noviembre de 2006

ARTICULO PORQUE VIAJAMOS PA PONERSE SERIOS

Este es un articulillo que he escrito para unas revistas locales y la National gogravif. A ver si os gusta.

¿PORQUE VIAJAMOS?

Según el diccionario de la real academia de la lengua, viajar es trasladarse de un lugar a otro, generalmente distante, por cualquier medio de locomoción. Dicho así, a palo seco, puede parecer una definición un tanto escasa y objetiva. Me pregunto si las emociones, vivencias, sabores y colores percibidos tienen cabida en esta palabra y, si es así, escribirle un correo a los miembros de la R.A.E. para que modifiquen inmediatamente su definición. Cuando uno es niño y lee novelas o ve películas de aventuras siempre le cautiva el imaginarse encima de un galeón corsario, con 20 piratas a su mando y dirigiendo sus cañones hacia el próximo botín. Todo ello aderezado con banderas con calavera, tapaojos y patas de palo. O bien se convierte en un explorador de cantimplora y se ve envuelto en una lucha con una serpiente para salvar a su doncella que está río arriba. Es por ello que desde ya muy pequeños viajamos con la imaginación, por lo que es algo innato a nuestro ser.

Muchas personas comentan que se viaja para huir de la monotonía y yo digo que en parte tienen razón los que así argumentan. A veces nos volvemos cómodos y decidimos estar seguros en todo lo que hacemos. Eso nos proporciona una relajación ya que todo es conocido. Al contrario que cuando se viaja donde cada día es una aventura y se rompe la rutina constantemente dado que no sabemos que vamos a ver, oler, saborear, oír o tocar. En definitiva, lo que vamos a sentir. Otra de las razones por las que viajamos es que se puede conocer a diversas personas con pensamientos totalmente distintos, con culturas, valores y creencias diferentes a las nuestras, así como ver paisajes, países y monumentos que nos impresionen. En cada viaje siempre se sacan buenas amistades.

En definitiva, la fascinación que tenemos por los viajes actúa como un motor que nos impulsa a vivir de manera diferente, a pensar y a abrirnos de miras después de cada vaciado de maleta, a documentarnos e ir saboreando una a una las delicias, tanto culturales como gastronómicas, que nos vamos a encontrar en ese nuevo destino. Hay quien viajará para escribir cartas postales, viendo los países a través del encuadre del visor de su videocámara, y una vez en casa, relatar en la oficina, aderezándolo con unas gotas de aventura, que casi se cae de la torre Eiffel o lo divertido que fue buscar un restaurante para cenar solos en Ámsterdam. Otros viajaran sin ninguna atadura al reloj, sin planificar la ruta y abandonándose a los caprichos del azar. Esas son las grandes diferencias entre un turista y un viajero. Yo aconsejaría que hiciéramos caso del gran escritor R.L. Stevenson cuando decía que para viajar “Sólo necesito el sol sobre mi cabeza y el suelo bajo mis pies”


Raúl Escriva
El brujulo
raulescriva@gmail.com

No hay comentarios: