cloketas menorkinas 6

Dia 26 y ULTIMO (NO QUIERO, NO QUIERO)

El dia empezo como todos los otros, con la salida del sol. Despertóme un picatoste que no paraba de percutir la puerta. Cuando fui a abrir, me encontré a Lidia y me preguntó si habia traido la bata blanca. Confesar que entre mis multiples ocupaciones, también soy Galeno en mis ratos libres. Me comentó que Marisol se habia cortado un dedo del pie cortando una rodaja de sobrasada menorquina. Raudo y veloz, me puse mis mocasines de borlitas con calcetines de deporte blancos, mascarilla y bata verde, guantes blancos de los que llegan desde hasta el codo y una cofia en la cabeza por si habia que operar. Llegado el momento, visité a mi paciente paciente que estaba esperando con la pienna en alto. Examiné la situación y entramos en quirófano inmediatamente. Mi combinación de las carreras de Administración y Dirección de Empresas y Medicina por las noches sirvió para que pudiera hacer un plan de marketing para la herida indicándole todos los ratios de vendas y pomadas a aplicar. Así también apliqué mis conocimientos médicos y le dije a Lidia que estaba a mi lado de enfermera: Anestésia, por favor!!! Con lo que le puso un calcetín de Raulito en la nariz y Marisol cayó enrollada a los pocos segundos. Posteriormente le dije: - La Sierra de 50 dientes, por favor!!!! Estaba acercándome cuando recordé una magistral clase del profesor Chipionero Ricardo Borriquero, y soplé 3 veces diciendo:
- Santa Rita Rita Rita, que se cure esta heridita.
Milagrosamente Marisol sanó inmediatamente, volviendo en si pispa, abrazándose a mi y diciéndome que había visto no se que luz, y que habia saludado a la Parca señora vestida de negro.
Me giré porque llevaba 30 minutos apretando fuerte y yo todo rojo sin respirar, así que me giré para ver si la enfermera Lidia me podía echar una mano, pero estaba reflexionando en el sofa. Que profesionalidad!!!!.
Contentos todos nos dispusimos a irnos cuando Marisol preguntó:
- ¿Qué toca hoy?
- Mar y sol- dije yo.
- Dime- dijo ella.
- Mar y sol – volvi a repetir con los ojos como platos.
- Si, dime – repitió otra vez.

Pensé que serian los efectos de la anestesia calcetinera, que aun hacian estragos después de una operación de casi 14 horas. No entendia nada!!!.
Dimos buena cuenta de las viandas que nos sirvieron en el restaurante Romaní y bajamos a la playa de lujo que estaba en frente del hotel. Como Lidia aun estaba reflexionando sobre la operación vuelta y vuelta, poco hecho por favor, en la playa me llevé a mi paciente a dar un relajante paseo por la arena de la playa. Conversamos y descubrí que estaba totalmente recuperada, porque ante una pregunta de examen de doctorado, me hizo una sabia exposición. Me dejó PLIFADO.
Nos dimos dos bañitos y volvimos al supermarket a comprar fruta porque con tanto restaurante nos apetecia eso, fruta rica y sabrosa. Mientras tanto, el otro grupo estaba dando una vuelta por Mahon, que yo ya habia visto, por lo que se seguro que les gustó. Comimos en casa y llamamos a Txema para dirigirnos a Ciutadella y dar una vuelta por el casco histórico. Llegamos y vimos que habian marchado Gustavo, Maite y Raulito y Carmen. Pues na, otra Jartá a llorar. Consolaronme diciendo que alla donde esten, siempre nos querran.
Dimos una vuelta por Ciutadella, bueno media, porque la otra media fue choping del duro (que no es el chorizo típico de alli, que es la sobrasada, lechones) y nos instruyó un guia local muy parecido a Txema que nos contó la historia de la ciudad. Cuanto me encanta aprender cosas nuevas. Estuvo genial el paseo, fue delicioso. Posteriormente, vi la casa que se ha comprado Maria alli, no lo digais, pero me ha dicho que la llave esta enterrada en la 3 planta de la derecha, debajo del ficus en la entrada. La podemos utilizar cuando deseeis. Compré mis sobrasadas y nos fuimos a tomar un Bocata en Bocata. Después se unió Dieguito al Grupo y llevamos a las misses al puerto de Ciutadella, o de él, según se mire o se negocie. Yo descubrí que me habian quitado las sobrasadas y yo y Diego (VOZ EN OFF: Noooo, DIEGO y YO ….. YO: SI HOMBRE, Y YO NO IBA) salimos escopeteados derrapando ruedas y con una sirena que era un matasuegras que Diego soplaba con avidez. Los cogimos en el Bocata que habiamos estado antes y en la misma mesa que nos habiamos sentado. Volvimos al puerto y, no quiero, no quiero, pero nuestras dulces misses embarcaban hacia Mallorca. Con dos besos que retronaron en toda menorca, un abracito de mimosin y unas cuantas lagrimitas nos despedimos. Tengo que confesar que eché dos cohetes por si los guardia civiles que alli habia cancelaban la salida, me eche por tierra como si me hubiera dado un Jamakuko, le quité la gorra a uno de los dos guardias, les dije que el pasaporte era falso, que lo habian fotocopiado en una panaderia, pero ni con esas,no me hicieron ni caso… Finalmente el barco salió.
Quedabamos el Txema, La Maria, Dieguito y servidor y nos fuimos a comer a un restaurante de Ciutadella. En un dia se habia perdido la mitad del equipo. Inventad algo, cientificos mundi, para el síndrome post kddas. Se pasa muy mal.
Llegado el momento, volvimos a Mahon y nos volvimos a despedir de Dieguito. NOOOO, Dieguito, tu también- dije como el cesar al ver a su hijo Brutus con el cuchillo. Patalee pero el final se hizo inevitable. Un verdadero abrazo de amistad nos llevó a despedirnos. Que tengas mucha suerte, artista.
Llegó la noche, y llegó el turno de despedirme de Maria, buaaaaa,buaaaaaa, y de Txema, prometiendonos con las manos en un fuego que habiamos hecho en el balcón, que nos volveríamos a ver.
Al dia siguiente me levanté y con mi caja de klinex abandoné lo que habia sido el paraíso para mi durante la semana del 20 al 27 de julio.