Se apagaron los focos y decidi recoger bartulos para irme al encuentro de los lechones adobaos con sate y manzana en la boca. La actuación habia sido divertidisima pero solo apague los teclados solo tenia en mi mente llegar al encontronazo que llevaba encendido desde el Viennes Night. Pensaba: "jolines como se lo estan pasando estos itakeños". Llegué a mi casa a eso de las 4:30 y desperte a Joan Collins, que estaba durmiendo en mi casa. De lo agusto que estaba tuve que coger el mocho pues el hilillo que soltaba, cual homer en sus buenos tiempos, habia hecho un pequeño charco a su alrededor. Con cara de haber estado soñando con la Chifer se levanto to gracioso y nos predispusimos a cargar maletas. Nuestros porteadores bajaron los bultos, cuales kings of africa y salimos derrapando ruedas y disfrazaos de mago merlin con el carro.
Tengo que decir que asomo en mi una imagen del dios Morfeo, con lo que, simpatico que es uno, lo acompaño hasta donde el me indicaba. El Joan, como iba condusiendo, pues no le hizo ni puñetero caso.
BUMBA, me retorné al paraiso terrenal por Madrid donde habia una niebla de tres pares de eggs. Con sus rayos laser infraañiles el Joan atravesaba la niebla cual Draculo en Transilvania. Pasados unos km nos metimos pa Guadalajara. Paramos a hechar unas gotas (o se cuenta todo o no se cuenta nada, jajajaja) y enfilamos un camino donde ponia el nombre del pueblo al cual nos dirigiamos. (Obolios de alpuente, pa quien lo quiera saber).
Preguntamos a unos compañeros que estaban en la carretera esperando el Ave rapiñadora y nos dijo: PALLÁ. Seguimos su dedo con fruición y alevosia y vimos una estrella alla mas arriba. Era la estrella de ITAKA. Le dije al Joanet que la siguiera asi que llegamos sin demora para aparcar al lado de un rio. De puntillas y con los pelos tiesos como escarpias y embargados por la emoción nos acercamos adonde mas brillaba la estrella. Al girar una curva observamos que la vida humana existia por aquellas lides y le dije al Joanet:
Ves, ahi tienes a mis queridos lechones, que existen, que no ha sido un sueño, tocalos que tienen orejas y pescuezo todos.
Me dirigi al primer grupo y me presente y dije:
Hola radiola, que tal? Soy Raul.
Las caras eran de "y quien es este" cuando a los dos segundos Edugoiko dijo, hombre el Artillero. En ese momento soltamos una traca que llevabamos preparada para el encuentro. Presente al Joan a los integrantes del peque grupo y comencé a conoceros y poner cara a los hermosos mails que enviais. Que si Virginia, que si Carlos, Edu... Erais vosotros. Con la ilusión que tenia de conoceros y ya habia llegado el momeneto. QUE DIVERTIDO!!!!!
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